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lunes, 6 de septiembre de 2010

Capítulo XVIII: Retorno a mis actividades laborales

El 20 de agosto debí retomar mis actividades laborales, interrumpidas el 12 de noviembre del año anterior, es decir, luego de 9 meses de licencia médica, casualmente coincidente con el período de un embarazo, decidí retomar mis tareas a pesar de los insistentes consejos de mis compañeras que me instaban a que me tome más licencia, Grace me mando un mensaje el día anterior con este texto: “no es el mejor momento para volver”. A pesar de ello ya había tomado mi decisión y sentía que si dejaba pasar tiempo me costaría más el retorno.
A pesar de los consejos, el día viernes 20, a las 6 de la mañana estuve presente en mi lugar de trabajo. Reconozco que me sentía un tanto extraña, a medida que llegaba al cuarto piso, me encontraba con compañeros que se retiraban luego de haber cumplido el turno noche, me saludaban con efusivos abrazos y palabras de bienvenida, en mi Departamento estaba Mingo y Claudio. Me instalé en mi escritorio que no había sido modificado en absoluto, lo primero que hice fue dedicarme a hacer una profunda limpieza, tirando papeles y elementos que estaban de más. Esta tarea me llevó casi toda la mañana. Me reencontré con mis compañerosjavascript:void(0) quienes me informaron que el día anterior fueron notificados de dos documentos, el primero por el que sancionaban a mi jefe y a dos compañeros, Claudio y Fito, por incumplimiento en sus labores, según me decían, estaban desarrollando un sistema para la Policía y debían entregarlo en Noviembre, reiteradamente solicitaron más personal para el análisis y desarrollo del mismo, pero los funcionarios hicieron caso omiso, de cualquier manera, habían trabajado denodadamente para lograr avanzar y si bien la fecha de entrega era noviembre fueron sancionados en agosto, el apercibimiento quedaría en sus legajos. El segundo notición y que desnuda la razón de los apercibimientos, fue un decreto por el que mi jefe perdía la subrogancia que tuvo por 16 años, descendiéndolo a su categoría de revista como Administrador de Bases de Datos, disponiendo en el mismo decreto la división del Departamento en dos, Desarrollo por un lado y Bases de Datos por otro. Según mis funciones yo pertenezco al sector de Bases de Datos, pero mi nombre no figura en el Decreto, por lo tanto quedo en los papeles en Desarrollo e Implementación. Dado mi profundo convencimiento que el estrés no favorece mi salud, no haré ningún intento para que corrijan esto, simplemente dejaré que hagan lo que quieran, en desarrollo puedo dedicarme al Diseño Gráfico, tarea para la que estudié una carrera en la Facultad de Recursos Hídricos y me resulta muy gratificante. Les digo a mis compañeros que estoy en la situación ideal, si Molle me pide trabajos como SDBA le señalo que no estoy incluida en el decreto y si el otro jefe, Alberto, me solicitara algún trabajo le digo que soy SDBA y así sucesiva y caraduramente, ja, ja, ja.
Por otro lado me sentí cómoda cumpliendo las 8 horas diarias y pude organizarme bien con el cuidado de mi madre y las tareas de mi casa, con la ayuda de mis maravillosos hijos, Mar y Mau.
Al salir del trabajo me voy a caminar a la Costanera, me hace sentir muy bien, me despeja y ayuda a aclarar mis ideas, se lo recomiendo a todos, es económico y saludable.
Como debo seguir trabajando unos 6 años más lo mejor que puedo hacer es tomar con serenidad y calma todos los problemas que surjan, dificultades técnica, gremiales, políticas, etc.
De aquí en más, respecto a mi enfermedad debo llevar una agenda con los controles, análisis, radiografías y mantenimiento del catéter necesarios, si todo va bien, imagino que éstos se irán haciendo más espaciados, eso espero. Cada semana debo hacer algo relacionado a mi enfermedad, respecto al catéter, lo debo tener por cinco años, entiendo que luego debe ser extraído, la razón de mantenerlo es que si necesitara una nueva Quimioterapia, lo volvería a utilizar, es una contradicción un tanto molesta, según me dice el oncólogo que me trata, Dr. Blajman, no volveré a tener problemas (según sus deseos, imagino) pero por las dudas debo mantener el catéter en condiciones inyectándome heparina cada 45 días, precisamente hoy me toca hacerlo, saldré del trabajo unos minutos para cumplimentar esto. Además de esto mi vida transcurre normalmente, tengo una carga infinita de optimismo y tranquilidad.