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viernes, 3 de septiembre de 2010

Capítulo XVII: Reunión de reencuentro con mis amigos

En oportunidad de hablar a mi trabajo con el Departamento que maneja las cuestiones de Recursos Humanos, conversando con la Jefa de Personal, Graciela, me sugiere que sería muy lindo que nos juntáramos algunas viejas amigas del entorno laboral, (no se debe interpretar mal, no dije amigas viejas) lo cierto es que me alegró su propuesta y accedí a participar de la reunión con mucho gusto.
A los pocos días me llama para confirmarme fecha y lugar, se llevaría a cabo el viernes 6 de agosto en un lugar llamado Costa Litoral, recibí varios llamados y mensajes de muchas amigas para confirmar que fuera, lo que me hizo sospechar que la reunión había adquirido cierta trascendencia y ganado importancia.
Ese día partí con mucho ánimo a buscar a Grace, para llegar al sitio previsto. Gratísima y emocionante fue mi sorpresa al ver tanta gente que aprecio sinceramente, participamos casi 30 personas, algunas recientemente jubiladas, otras ex compañeras que trabajan en diferentes lugares, todas vinculadas al mundo de la informática, mi primer y segundo jefe, fue una reunión muy amena y conmocionante para mí. Todos elogiaban mi condición, los kilos perdidos, el cabello corto, lo primero que me dijo Edgardo, mi jefe, fue que parecía María Marta Serra Lima por el corte de pelo, creo que me gustó más que lo dicho por mi hija, que me llamaba la Raulito. Pasamos muchas horas muy amenas y creo que todos estábamos emocionados por vernos, recordando momentos de únicos e inolvidables de con anécdotas e historias que compartimos: Me pareció muy halagador que la reunión me tuviera como excusa para unirnos en tan grato momento, incluso los que faltaron me mandaron sus cariños y explicaciones de su ausencia, Fernando el más joven del grupo paso con su bella esposa para estar un ratito juntos. Me hicieron un presente precioso, tres plantas muy bonitas, dos begonias y una estrella federal, me propuse cuidarlas y atenderlas para que mantengan mucho tiempo sus hermosas flores. Por suerte pude demostrar mi felicidad entregando un pequeño y humilde pero sentido presente a todos mis amigos, les obsequié una lapicera con una poesía:
Me sirve no me sirve (Mario Benedetti)
La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve
no me sirve tan mansa
la esperanza
la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve
no me sirve tan sabia
tanta rabia
el grito tan exacto
si el tiempo lo permite
alarido tan pulcro
no me sirve
no me sirve tan bueno
tanto trueno
el coraje tan dócil
la bravura tan chirle
la intrepidez tan lenta
no me sirve
no me sirve tan fría
la osadía
si me sirve la vida
que es vida hasta morirse
el corazón alerta
si me sirve
me sirve cuando avanza
la confianza
me sirve tu mirada
que es generosa y firme
y tu silencio franco
si me sirve
me sirve la medida
de tu vida
me sirve tu futuro
que es un presente libre
y tu lucha de siempre
si me sirve
me sirve tu batalla
sin medalla
me sirve la modestia
de tu orgullo posible
y tu mano segura
si me sirve
me sirve tu sendero
amigo, compañero

Otras poesías que me gustan mucho del autor uruguayo:
Credo (Mario Benedetti)
De pronto uno se aleja de las imágenes queridas amiga
quedas frágil en el horizonte
te he dejado pensando en muchas cosas
pero ojalá pienses un poco en mi
vos sabés
en esta excursión a la muerte que es la vida
me siento bien acompañado
me siento casi con respuestas
cuando puedo imaginar que allá lejos
quizá creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño
está demás decirte que a esta altura
no creo en predicadores ni en generales
ni en las nalgas de miss universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de dios
a esta altura del partido
creo en los ojos y las manos del pueblo
en general
y en tus ojos y tus manos
en particular.

La gente que me gusta (Mario Benedetti)
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite, huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de si, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme.
La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica.
La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor.
La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo.
La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente.
La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni como lucen.
La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mi me doy por bien retribuido.

Que placer me da compartir estas palabras tan bellas y sentidas!!.